Hola mis queridos amigos! Este será un post muy personal, tan personal como la historia y misión de la bodega de la que voy a hablarles. Por eso he decidido hacerlo en español y con ello transmitir mis ideas y alegría cabalmente, como sólo me permite mi lengua natal.
Una de mis grandes pasiones por el vino yace en encontrar sus historias. Eso, entre otras variables, lo diferencia y enriquece incluso cuando se compara con productos similares. Con esto dicho, hoy quiero hablar de Vega Clara, una bodega con la que The Wine Chaser ha comenzado a trabajar muy recientemente. Su dueña, Clara Concejo, es una gran apasionada del buen vino y a quien le entusiasma atrapar en cada botella esa ilusión y respeto que siente por la vinicultura, añadiéndole creatividad, esfuerzo, y entregándonos al fin un producto muy especial. Ése es su sueño, uno que desde profesiones distintas compartimos.
La bodega es una propiedad de 8ha de viñedos de varias edades y variedades. Todos los viñedos se encuentran en Quintanilla de Onésimo, localidad enmarcada en la famosa Milla de Oro en La Ribera del Duero. La estructura de los viñedos consta de dos parcelas claramente diferenciadas a ambos extremos del pueblo. La primera es donde está el más preciado tesoro de la bodega: un 'viejo' Cabernet Sauvignon. La plantación data de 1969 y fue creada a 720m de altitud, lo que lo convierte en uno de los más antiguos y peculiares viñedos de toda la región. Los suelos son franco arenosos principalmente, lo que aporta a los vinos mucha riqueza aromática sobre todo.
La segunda parcela se encuentra rodeando la bodega misma. En este caso, el terroir tiene una expresión totalmente diferente al de la anterior parcela a pesar de estar a tan solo 2km de distancia. Se trata de un suelo extremadamente pobre y con una estructura de piedra caliza muy preponderante. Esta viña es de reciente plantación (2016) y se ha propagado con injertos manuales apropiados para el tipo de suelo, utilizando vides europeas con material genético autóctono para así preservar el carácter de la región. La altitud en este caso es de 800m.
Además de estas 2 parcelas, Vega Clara cuenta con otras 5ha de viñedos que se encuentran en otras localidades de la Ribera de Duero y que son muy diversas en cuanto a suelos y edades, hay algunos que alcanzan los 80 años de edad.
Actualmente Vega Clara produce 4 vinos: Mario, Diez Almendros, Jilguerín y Dacán. Y, aunque todos son excepcionales, en este último quiero detenerme... Dacán es un vino muy especial que nace con el único propósito de recaudar fondos para hallar la cura biólogica y definitiva de la diabetes tipo I. El 100% de los fondos recaudados con la venta de este producto están destinados a proyectos científicos en el mundo entero comprometidos con encontrar la cura de esta enfermedad que ataca sobre todo a los niños desde muy tempranas edades. Y en caso de que se pregunten por qué la bodega ha seguido este noble e inspirador curso... pues les comento que Clara es la mamá de Mario, quien a los 13 meses de nacido fuera diagnosticado con la enfermedad. A diferencia de lo que se ha venido creyendo hasta hace muy poco, la diabetes juvenil no se desarrolla únicamente por herencia genética. Existen factores víricos y ambientales detonantes de esta condición. Clara cree firmemente que aportando fondos para financiar investigaciones privadas, eventualmente surgirá la ansiada cura para que Mario y otros niños como él puedan vivir libres de este riesgo.
Siendo yo también madre, es difícil no comulgar con este proyecto que no sólo involucra vinos excepcionales sino un propósito noble y altruista. De ahí que lo sienta tan personal y que me llene de alegría poder formar parte de él. Estamos muy orgullosos de poder contribuir a la bella misión de Vega Clara con nuestro mejor esfuerzo, promoviendo sus vinos.
Algunos amigos, ya han tenido oportunidad de degustar Mario, un vino que destaca por su perfecto equilibrio. En nariz es intenso, especiado, limpio y elegante. En boca se muestra voluminoso, potente a la vez que sedoso. Es de final persistente y largo en la boca, muy elegante.
Diez Almendros por su parte, es una mezcla de vinos elaborados a partir la variedad reina de la Ribera del Duero en su mayoría, la tempranillo. La mezcla final se completa con otra variedad aún 'secreta'. Es un vino de intenso color cereza picota, con tonos rojos de grosella y ribete de oscuros violáceos. Despliega increíbles aromas de alta intensidad a fruta muy madura. Es un vino redondo, potente y graso. Intenso y de taninos extremadamente maduros. También muy elegante.
Jilguerín es un homenaje a la vida, a la juventud y a nuestra maravillosa naturaleza. Procede de viñedos jóvenes, de viticultura sostenible y ecólogica, en plena armonía con la naturaleza. Es un vino de color ciruela roja brillante que en la nariz destaca por fuertes notas frutales. Es un vino de más ligereza, que invita.
Muy pronto estaremos degustando estos vinos en nuestras cenas maridajes, catas y otros eventos. Así que síguenos en las redes sociales para que no te los pierdas! Así termina nuestro post de hoy pero los esperamos el miércoles próximo...
Bienvenida Vega Clara!
Cheers!
El verdadero Jilguerín de Vega Clara... Mario.
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